La Charca Verde es una de las zonas de baño más conocidas del fantástico rincón de La Pedriza, enclave adorado por escaladores y senderistas. En verano se le llamaba la Playa de la Sierra de Madrid cuando antiguamente las opciones de baño de la sierra madrileña no eran tan conocidas ni tan variadas y acondicionadas.
Merced al fantástico paisaje y las diferentes rutas que hay por la zona, la Charca Verde recibe muchas visitas, no solo durante verano, sino a lo largo de todo el año. En esta charca podrás tomar el sol y bañarte en las limpias y frías aguas del río Manzanares. Es posible que los meses de verano, cuando las temperaturas rondan los 40 grados si te acercas a esta piscina, la puedas encontrar casi vacía.
Para acceder a la Charca Verde deberemos dejar el vehículo temprano, para tener aparcamiento cerca asegurado, en los parking de Canto Cerdo. Desde ahí sale una pista forestal la que tras treinta minutos de camino nos va a conducir a este precioso sitio. Asimismo podemos continuar el cauce del río, por medio de diferentes rutas por los dos márgenes del río vamos a llegar a la Charca Verde. Durante todo el camino, en el río se forman diferentes charcas donde poder darnos un chapuzón, elige la que más te guste para pasar un día inolvidable.
Es esencial saber que el acceso al Parque Regional de La Pedriza está limitado a unos doscientos cincuenta automóviles por día, es por este motivo que en fines de semana probablemente debáis estacionar a la entrada del Parque Regional, donde hay un aparcamiento grander y coger un autobús gratis que os va a conducir hasta Canto Cerdo.
La primera cosa que sorprende al llegar a La Charca Verde es el cambio brusco de paisaje: pasamos de un bosque cerrado de fresnos, pinos y abedules que abrazan el río a una zona montañosa de grandes rocas de grano libre de flora. En esta zona el lecho del río está formado por roca pulimentada y llana, efecto de la continua erosión a la que le somete la corriente del agua fría. Su fondo rocoso, al lado del reflejo de los rayos del sol que atraviesas sus aguas, es lo que le dota a La Charca Verde de ese color verde esmeralda tan característico que le da nombre a la poza.
Cuidado con el suelo pulido porque es muy escurridizo el lecho granítico.